Película. La última secta.

Ficha técnica:

-Título original: The Last Sect.
-Año: 2006.
-Duración: 90 minutos.
-País: Canadá.
-Dirección: Jonathan Dueck.
-Guión: David Robbeson.
-Fotografía: Curtis Petersen, Brendan Steacy.
-Reparto: David Carradine, Natalie Brown, Julian Richings, Jordan Dyck, Deborah Odell, Sebastien Roberts, Christine Tizzard, Megan Fahlenbock.
-Productora: Peace Arch Entertainment Group.
-Sinopsis: Sydney es una periodista que tras hacer un reportaje de una agencia de contacto llamado Artemis, empieza a tener  extraños sueños con la directora de la agencia, una atractiva y seductora mujer llamada Anna. Paralelamente, su compañero Sam, le enseña vídeos que cuelgan en internet y en donde víctimas masculinas son atacadas por un grupo de vampiresas que le extraen la sangre hasta terminar con ellos. Ese vídeo también lo ve el último descendiente de Van Helsing, que junto con su reducido equipo, busca a la matriarca para acabar con ella.

-Crítica: (spoiler)
     La película lleva un ritmo lento. Tan monótono que deja de interesarte a los 15 minutos de empezar.
Parece que a Carradine le pagaron para darle algún tipo de caché al film. Incluso se permite el lujo de hacer algún movimiento de kárate o tocar la flauta, al estilo de su famosa serie.
     Alguna dosis de lesbianismo que se repite durante toda la película y donde las mujeres son las que terminan convirtiéndose en preciosas mujeres atractivas y sensuales, mientras los hombres sólo pueden alcanzar el estátus casi de zombi; soldados para la secta.
     Lo mejor, el buscador de vampiros, un hombre mortal que es capaz de matar a los vampiros de una manera limpia y efectiva. Es tan terrorífico y elegante en sus acciones, que sin lugar a dudas se convierte en el personaje mejor definido de la película.
    Me pareció gracioso el parecido en aspecto físico y gestos con la protagonista de Crepúsculo. Es algo que no tiene que ver, pero era como presentarla 10 años más tarde (una curiosidad solamente).
    En definitiva, una película floja en general, sin vampiros atractivos desde mi punto de vista.