Gracias a su desvinculación de unos libros que empezaban desde hace tiempo a notar el cansacio de la historia, la serie ha ganado en riqueza argumental, en la madurez de los personajes, en el desarrollo de los vampiros y demás seres sobrenaturales de Mystic Falls.
Los Originales han crecido tanto, que la ciudad se les ha quedado pequeña y ya se prepara su propio spin off, que empezó con el capítulo 420, donde Klaus vuelve a Nueva Orleans, para reencontrarse con sus raíces.
Esta temporada podemos seguirla a través de varios puntos (contiene spoilers):
Elena se convierte en vampiro:
Como sucedía en el libro tercero de la saga: Furia, ya se esperaba que por fín, Elena se convirtiese en vampiro. Los hermanos Salvatore intentan ayudarla y, desde su sed de sangre, su vínculo con Damon, hasta los tropiezos con sus nuevas emociones, todo es un difícil camino al que Elena tendrá que hacer frente.
El descubrimiento de una cura:
Como todo se basa en la esperanza, los Salvatore unirán fuerzas con el fín de encontrar esa cura para Elena. Sin embargo, la unión que se establece entre Damon y Elena es cada vez más intensa y a medida que se desarrolla la temporada, los deseos de Damon de que se convierta en humana, serán cada vez menos intensos.
Sin embargo, no estan solos en esta carrera y como no podía ser de otra manera, Rebekah, también desea de pronto convertirse de nuevo en humana.
Su persecusión les lleva a una isla, donde la cura permanece enterrada junto con Silas, el malvado de turno.
Durante unos cuantos espisodios, la serie se convierte en un plagio de la séptima temporada de Buffy Cazavampiros. Desde una bruja que supera todos sus poderes, un malo que toma el rostro de cualquiera, torturándolos, sobre todo, al vampiro más poderoso, con el fín de volverlo loco, todo hace recordar la última temporada televisiva de la mítica serie.
Bonny es la única que hace frente a Silas a través de un hechizo que lo convierte en piedra. Pero no parecía lógico que un malvado que había dado tanto juego y había ocasionado tantos desastres, desapareciese con tanta rapidez.
El último capítulo de la temporada, da un giro inesperado a la acción, no sólo liberándolo sino mostrándonos su verdadero rostro.
La muerte de Jeremy Gilbert y el resto de fantasmas:
La muerte de su hermano, dejó un gran vacío en Elena, que parece incapaz de afrontarla, sabiendo que era la única familia que le quedaba. Damon, que es incapaz de verla sufrir, apaga su humanidad, provocando que aparezca una Elena sin alma, malvada y mucho más atractiva de lo que habíamos visto hasta el momento.
Después de los desastres que genera, de intentar matar a sus amigas y decirles tres verdades bien dichas, la Elena humana me parece un tanto hipócrita. No siempre dice lo que piensa y hace falta que pierda su alma, para sacar a esa Elena fuerte y oscura que todos sabíamos que existía. Después de estos episodios donde es más cruel que la propia Katherine, empieza a caerme mejor. Porque señores, seamos sinceros, algo más debía de tener esta princesa para conquistar a dos vampiros milenarios.
La desaparición de personajes en cualquier serie es inevitable para que surgan nuevas historias. Este hecho lo podemos ver en las últimas temporadas de True Blood, donde el aglutinamiento de personajes que arrastra, hace que mucha de las historias se queden a medias al final de la temporada. Esto no pasa con The Vampire Diaries, como pudimos ver en los últimos episodios, cuando se levanta el velo y surgen los fantasmas del pasado. Una buna manera de resumir una etapa y crear otra nueva, "materializado" en personajes como Bonnie, que siguen trasnformando la vida del grupo. A estas alturas, ¡Matt es el único humano que se gradúa en cuerpo y alma!
Entre Damon y Stefan:
Y como siempre, la duda entre uno y otro. Auque ya sabemos cómo termina el último libro de la saga y con quién termina Elena finalmente, la serie es otra cosa muy diferente.
La nueva etapa como vampira de Elena, le ha hecho ver las cosas desde otra perspectiva y nosotros, como espectadores, también fuimos descubriendo que Stefan hacía todo lo posible por intentar adaptarla a su nueva condición, sin mucho éxito. Su relación con Damon es otra cosa. Aunque al principio pudo despistarnos el vínculo que les unía, tras volver a encender su humanidad, viemos claramente que ella estaba enamorada de Damon y que las dudas que lo acosaban, ya no tenían cabida.
La próxima temporada se presenta movida. El ingreso en la Universidad, el fantasma de Bonnie, la desvinculación de los Originales, el nuevo rostro de Stefan y la relación de Damon y Elena. Aunque a veces se vuelve un tanto tediosa, debo de reconocer que tengo mucha curiosidad por los derroteros que tomará la quinta temporada.
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