Ficha Técnica:
-Titulo original: Dracula's Curse - Il bacio di Dracula.
-Año: 2002.
-Duración: 173 minutos.
-País: Italiano/ Alemana.
-Dirección: Roger Young.
-Guión: Roger Young, Eric Lerner (según la novela de Bram Stoker).
-Música: Harald Kloser, Thomas Wanker.
-Fotografía: Elemér Ragályi.
-Reparto: Patrick Bergin, Giancarlo Giannini, Hardy Kruger Jr., Stefanía Rocca.
-Productora: Coproducción Alemania-Italia; Lux Vide.
-Sinopsis: En una lujosa fiesta celebrada en Budapest, Jonathan Harper, conoce a Vlad Tepes, un acaudalado heredero, que le propone un negocio para que su tío pueda adquirir una propiedad en la ciudad. Así que se despide de su prometida, Mina y de sus amigos, para emprender un viaje a Transilvania con el fín de cerrar el negocio. Sin embargo, una vez en el castillo, es encerrado por el conde. Mientras, en Budapest, el conde Tepes seduce a Lucy hasta arrebatarle la vida y convertirla en una de sus esclavas. Sin embargo y bajo el mando del doctor Valenci, acaban con ella. Después, el conde pondrá sus ojos en Mía con la intención de poseerla.
Las dos caras de un vampiro poco creible y sin encanto.
Crítica:
Basada en una serie de televisión de 2 episodios, es una renovada visión del Drácula de Bram Stoker, en una época más moderna, donde cambiamos Londres por un irrisorio Budapest y una Rumanía en general poco creíble.
Aunque intenta hacer una versión moderna, lo cierto en ciertos momentos representa copias desfiguradas de escenas de la película de Francis Ford Coppola que resultan vergonzosas. Por ejemplo, la presentación de las esclavas de Drácula y la escena en que seducen a Jonathan y vuelan sobre su cama, es cómica.
Y hablando de todo un poco, los efectos especiales son tan malos que dan risa en vez de miedo. Las transformaciones de Drácula en otros animales no convencen a nadie y parecen sacadas de películas de George Méliès.
Introduce algún toque gay en la relación que se establece entre el conde y Jonathan durante su reclusión en el castillo (que para mi gusto por cierto, dura demasiado). La historia entre el conde y Mía resulta tan frustrante, que dan ganas de darle una patada al guionista y el final, es para acabar con todos, incluido el de la claqueta.
Pero lo que más me molesta de la serie, es la personalidad de Drácula. Para ser un vampiro milenario, parece sacado de una feria. Sus palabras son como los de un semi dios que al final no lo es, sus discursiones con Mía te hacen enfadar y su personalidad es tan poco hipnótica, que en vez del protagonista, parece más un figurante. Muchomás creible es sin lugar a dudas el personaje de Renfield.
De lo peorcito de la zona vampírica.
Deberías citar al menos, la fuente de donde sacaste esas imágenes de la película, gracias.
ResponderEliminarBueno, hace tanto tiempo que comenté la película que sólo recuerdo que encontrar una imagen decente de esta película fue misión imposible...Una de las caras las tomé de la película directamente. Gracias por comentar...
Eliminar¡mmmm, me pareció entretenida pero le faltó mucho para impresionar! En general me parece que la historia de Drácula es maravillosa es uno de los clásicos de la literatura, sin embargo hay muchas versiones que para bien o para mal han logrado atraer la atención del público, cada una con sus puntos a favor y en contra, al final del día es cuestión de ser tolerante y quedarte con la versión que más te guste.
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