Película. Underworld. Evolution.

Ficha técnica:

-Título original: Underworld. Evolution.
-Año: 2006.
-Duración: 106 minutos.
-País: Estados Unidos.
-Dirección: Len Wiseman.
-Guión: Danny McBridge.
-Música: Marco Beltrami.
-Fotografía: Simon Duggan.
-Reparto: Kate Beckinsale, Scott Speedman, Bill Nighy, Shane Brolly, Michael Sheen, Derek Jacobi, Tony Curran, Zita Görög, Brian Steele, Steven Mackintosh.
-Productora: Screen Gems / Lakeshore Entertainment.
-Sinopsis: Tras la muerte de Viktor, tanto Selene como Michael se convierten en proscritos, perseguidos por los vampiros y los licántropos. Marcus despierta con la intención de matar a quien asesinó a Viktor y encontrar las dos llaves que abren la carcel donde se encuantra su hermano encerrado. Selene encontrará una explicación a la muerte de su familia y se adentrará en el origen que creó las dos razas y que les llevará hasta el propio Alexander Corvinus.

Origen de las razas:

Crítica:

  
     Siguiendo la línea argumental de la primera película, esta segunda parte se centra más en el origen de las dos razas y en sus consecuencias.
     Cargada de flashback que intentan explicar la historia, pierde de algún modo acción, aunque gana en riqueza argumental. En alguna crítica leí que era demasiado enrevesada y que los guionistas deberían haber seguido una historia más líneal para no perder el argumento. Por mi parte, no veo ningún problema en ese enredo del que habla y me alegro que algún director ponga algo más que una historia sórdida y simple a un mundo que no lo es.
Como saben, no hablo desde el punto de vista crítico (aunque a veces es inevitable), sino desde un blog de vampiros, así que siempre que comento alguna de estas películas, como el resto, lo hago siempre pensando en los vampiros, que es lo que nos interesa.
     Para refrescar un poco la historia, Alexander Corvinus fue el único superviviente de una plaga que asoló hace miles de años su aldea y que creó una mutación en su sangre. Tuve tres hijo: Marcus fue mordido por un murciélago y se convirtió en vampiro, William fue mordido por un lobo y se convirtió en hombre lobo (no confundir con los licántropos ya que estos, al contrario de los hombres lobo, pueden volver a su forma humana original) y el tercer hijo, de nombre desconocido, que creció humano y cuyo descendiente actual fue Michael Corvin. Bastante casual las mordidas, pero tiene mucho sentido.
     Una de las cosas que menos me gustó de la película, es el comportamiento psicópata de Marcus cuando despierta de su letarlo y ese amor repentino hacia su hermano, que le hace emprender una búsquea, incluso acabando con su progenitor, para encontrar las llaves que lo liberen (¿Después de tantos miles de años?) Se podría entender por la sangre que tomó cuando despertó y que por esa razón, Viktor explicaba en la primera película, debían de ser los antiguos, los que se despertasen entre ellos. Aún así, fuerza un poco la máquina para buscar con desespero algo de acción basándose en cosas ilógicas.
     Los efectos especiales son muy buenos, aunque el personaje de Michael es quizá algo secundario. Hace que se asiente la relación entre él y Selene, pero no deja de ser prácticamente nulo, actuando a veces como guardaespaldas de la explosiva vampira.
    Interesante la mutación del hijo vampiro (con rasgos de murciélago y todo) y del lobo; algo así como una raza pura, frente a los vampiros posteriores y los licántropos, más cerca de los humanos, de los que ellos nunca lo fueron.
     En definitiva, una digna secuela de una saga, no sólo entretenida y en la que es imposible moverse del asiento sin sentir que te vas a perder algo importante, sino una nueva visión sobre el origen de las dos razas, bastante original desde mi punto de vista.