domingo, 9 de febrero de 2014

Lugares. Nueva Orleans


        Nueva Orleans se considera la Transilvania moderna; cuna de vampros, fantasmas y todo tipo de monstruos que se dispersan entre días festivos y noches ruidosas, entre cementerios míticos, sonidos de jazz, cocina criolla, pantanos con cocodrilos, tiendas de vudú, casas de estilo colonial y desapariciones sin resolver.
La ciudad ideal para autores que aman lo oculto, la brujería, el terror, la fiestas y por supuesto a los vampiros.

El origen del mito:

           Nueva Orleans se fundó en 1718 por colonos franceses. Con la entrada de los españoles y tras abrirse el puerto a Estados Unidos, se diversificó la población, convirtiénsose en la cultura criolla que hoy conocemos. Desde franceses, españoles, afro-americanos, irlandeses, italianos y hasta alemanes.
           Ubicada por debajo del nivel del mar, está rodeada por el río Misisipi, el lago Pontchartrain, pantanos y diversos canales. Este hecho hace que se entierren a los muertos en alto, ya que las constantes crecidas hacen que las tumbas y los cadáveres aparezcan flotando en mitad de los cementerios más famosos de la ciudad.
Cuando el Huracán Katrina devastó la ciudad, el número de muertos que contabilizaron era superior incluso a la población de la ciudad. Hasta que se dieron cuenta que la mayoría de cuerpos que creían víctimas del huracán, eran en realidad cadáveres de los cementerios, que habían flotado después de arrasar sus tumbas.
           Tras la revueltas independientes de Haití, huyeron los colonos franceses y sus esclavos hacia Nueva Orleans, llevándose consigo la cultura vudú tan propia hoy en día en las calles del Barrio Frances, donde pitonisas, brujas y comercios de todo índole, ofrecen brebajes de amor y muerte casi en las mismas estanterías.
De entre las más famosas tenemos a la reina del vudú, Madame Laveau, que vivió en la casa número 1022 de la calle St. Anne y cuya tumba aún se puede visitar en el cementerio de San Luis.
Se cuentan historias sobre mutilación y tortura a la que sometió a jóvenes esclavas. El poder de su magia asustaba incluso a los altos mandatarios, e incluso las apariciones de su fantasma, rondando aún las calles desiertas en busca de los despistados turistas, le siguen dando presencia hoy en día.
En la serie: American Horror Story: Coven, Angela Bassett, interpreta a este personaje que mantiene una ardua lucha con una bruja poderosa de piel blanca.
         Los fantasmas siempre han sido otra de las criaturas que rondan las calles y edificios más emblemáticos. En el Hotel Omni Royal Orleans, una criada sigue cuidando de los huéspedes en el segundo piso mientras las llaves del agua fría se abren sin que nadie las toque. En el Hotel Andrew Jackson las voces de cinco niños que murieron en un incendio recorren aún los pasillos que dan al patio. Así con unos cuantos hoteles más, que se suman a los incendios ocurridos en 1788 y 1795, junto con una epidemia de fiebre amarilla en 1853, que acabó con diez mil habitantes y que dio lugar a leyendas y apariciones fantasmales.

Vampiros al son del Mandi Gras:

         Antes de que incluso Anne Rice la hiciera famosa como ciudad de vampiros con su Entrevista con el Vampiro, Nueva Orleans contaba con leyendas de brujas, fantasmas y vampiros.
Los europeos que llegaron a la ciudad, traían consiguo la cultura y miedos que en aquellos momentos asolaban sus territorios con mitos y leyendas medievales, sobre el vampirismo y los muertos que volvía a salir de sus tumbas a alimentarse de la sangre de los vivos.
Aún hoy en día en Nueva Orleans, tal vez más por tradición que por preservar los miedos de sus antepasados, los familiares velan a los muertos durante toda la noche hasta su entierro, cerciorándose que no se levantan de sus tumbas.
Entre las historias que hablan sobre vampiros, tenemos las de su fundación, donde los hombres pedían mujeres para casarse con ellas. Cuando aparecieron una chicas en el puerto, pálidas y portando unos grandes maletones, nadie se esperaba que el vampirismo había cruzado fronteras para quedarse para siempre en Nueva Orleans.
Aunque más bien parece un cuento para no dormir, lo cierto es el hay un gran número de asesinatos sin resolver y sobre todo desaparieciones que hay en la ciudad, que se realcionan con el vampirismo.
En 1984, aparecieron en los alrededores del Barrio Francés, nueve cuerpos con las gargantas destrozadas y sin a penas sangre en sus cuerpos.
En 1933, dos prostitutas aparecieron con las gargantas desgarradas y desangradas.
Estas y otras historias hacen que hoy en día, Nueva Orleans explote el mito con tours nocturnos que nos adentran en cementerios, en fiestas vampíricas y hasta nos endulzan la marcha con algún que otro ccóctel con nombre oscuro, ambientado con actores que se engalanan con ropas góticas y colmillos postizos.
Vamos, el sueño de cualquier amante de lo vampírico.

Su infuencia en las artes:

        Anne Rice quizá fuese la primera en adentrarnos en el mundo de los vampiros de Nueva Orleans. El triunfo de su saga y después de la película, hicieron que la ciudad se convirtiese en un lugar moderno donde los vampiros contemporáneos pudieron desprenderse de las telas de araña transilverianas y colocarse una chaqueta de cuero para seguir con sus fechorías,  pero de un modo más moderno.
Cualquier autor de libros y sagas que se preste, debe llevar a sus vampiros alguna vez a Nueva Orleans, para encontrarse en una especie de santuarios sagrado, donde visitar a los más antiguos sin tener que coger aviones hasta Europa.
Sherrilyn Kenyon, Charlaine Harris, Poppy Z. Brite o Jeaniene Frost entre otras, llevan sus vampiros por las calles desiertas de Nueva Orlean a buscar víctimas.
Series como True Blood, Vampire Diaries y sobre todo, Los Originales, se centran en la ciudad y en el mito de que tienen su propio grupo de vampiros milenarios, que luchan por mantener su supremacía.
Por mencionar algunas películas y sin decir que sean las mejores, tenemos Dylan  Dog: Los muertos de la noche (2011), Drácula 2001 (2000), con un atractivo Drácula moderno con rostro de Gerald Butler, que busca a la hija de Van Helsing en Nueva Orleans, en plenos carnavales. O La maldición de Judas (2008). Tercera película de la saga televisiva de El Bibliotecario, donde Flynn Carsen se adentra en las calles de nuestra ciudad para buscar un cáliz que resucita a los vampiros.
         Sea de una u otra manera, los vampiros modernos tienen en Nueva Orleans, la tierra de sus sueños.