sábado, 16 de agosto de 2014

Libro. Drácula, mi amor (Syrie James)


Sinopsis:
        Basado el los diarios de Mina Harker, nos ofece un nuevo punto de vista sobre la obra original de Bram Stoker, donde el monstruo Drácula, se nos presenta ahora como un caballero  atractivo e inteligente, que le mostrará a Mina el despertar de su sexulidad y el mundo de una manera muy distinta a la del libro original.

Algo sobre la autora:

        Syrie James creció en San José, California, donde pasó la mayor parte de su vida.
Se licenció en Literatura Inglesa y Comunicación por la Universidad de California.
Gran aficionada a la literatura británica del siglo XIX, entre sus escritores favoritos se cuentan a Jane Austen y Charlotte Brontë. De hecho, dos de sus libros son: Las memorias perdidas de Jane Austen (2013) y Los diarios secretos de Charlotte Brontë (2012), donde además de crear siempre historias cargadas de romanticismo y sensualidad, realiza un exhaustivo trabajo de invetigación.
Es miembro de la WGA, RWA y miembro vitalicio de JASNA (Sociedad de Jane Austen de América del Norte)
Pasó muchos años trabajando como guionista, está casada y tiene dos hijos.

La novela:

         De marcado carácter romántico con unos pequeños trazos eróticos, el punto de vista de Syrie James sobre nuestro vampiro favorito, es la antítesis de lo que escribió Bram Stoker allá por 1897. Drácula se nos presenta como un caballero joven, apuesto, inteligente e irresistible sexualmente, mientras el profesor Van Helsing, aparece como un científico de feria, manipulador y asesino. Porque no sólo vemos el punto de vista de Mina, sino también la del propio vampiro, que durante parte de la historia, tiene tarifa plana con los pensamientos y vivencias de Mina.
          La autora no crea nada nuevo, aunque su estudio sobre la novela de Bram Stoker, nos pasea por todos los lugares que rodearon la historia. Nos transporta a los acontecimientos que sucedieron, siempre con una visión más femenina y complaciente del mito del vampiro. Tal vez quizá, más cerca de esa mirada melancólica y romántica de la película de Coppola, que de la que Bram Stoker nos ofrecía en el libro.
         Aunque es un diario que repasa la obra original de nuestro vampiro, no sigue fechas y está diseñado con un lenguaje que en algunas ocasiones recuerda a la literatura gótica de la época, sobre todo en el final de ciertos capítulos. Sin embargo, el resto tiene un aire demasiado libre, tal vez un tanto moderno.
         Debo de reconocer que aunque empecé a leerlo con la esperanza de encontrar algo nuevo, la visión complaciente del vampiro y la ambiguedad moral de Mina durante el libro, junto con la constante justificación de ambos protagonistas, llegaron a cansarme.
Todos los hechos terribles que convirtieron a Drácula en el maestro del terror, se intentan justificar constantemente con hechos tan manipulables, que el final nos deja un tanto fríos, por el giro demasiado radical que toma de pronto la historia.
        Entre lo mejor, destacaría la investigación que la autora ha realizado sobre paisajes y acontecimientos de la obra de Bam Stoker. Entre lo peor, la constante justificación que Drácula hace sobre sus fechorías y Mina Harker, sobre sus encuentros con su amante.
       
        Pincha aquí para ver el book trailer.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Película. Sólo los amantes sobreviven


FICHA TÉCNICA:

-Título original: Only Lovers Left Alive.
-Año: 2013.
-Duración: 123 minutos.
-País: Reino Unido.
-Dirección: Jim Jarmusch.
-Guión: Jim Jarmusch.
-Música: Jozef van Wissem, SQÜRL.
-Fotografía: Yorick Le Saux.
-Reparto: Tilda Swinton, Tom Hiddleston, Mia Wasikowska, John Hurt, Anton Yelchin, Slimare Dazi, Jeffrey Wright.

-Sinopsis: Adam es un vampiro dedicado a la múscica underground que recibe la visita de su esposa,  Eve, con la que lleva siglos casada, pero que vive en Tánger. Su historia de amor y de autocura, se ve interrumpida por la visita de la hermana de ella, Ava, que es impulsiva y les meterá en más de un problema, interrumpiendo la monotonía de sus vidas.
PERSONAJES:


CRÍTICA:

          Jim Jarmusch es un gran renovador de géneros, como puede verse en muchas de sus películas, como Ghost Dog (1999) y su visión de las artes marciales , Noche en la Tierra (1991). Mi favorita, con su ejemplo de la comedia, o Dead man (1995) y el género del wester.
          La visión que nos ofrece de los vampiros es solitaria, aislada, monótona, como ese disco que gira en el principio de la película y que nos presenta a los protagonitas, con el mismo movimiento hipnótico con el que gira sus existencias.
Nuestros vampiros viven de manera pausada, sin a penas darse cuenta de cómo sigue girando el mundo, salvo en la calidad de la sangre. Desde el experimento tecnológico reciclado de Adam para hablar con su mujer, pasando por el batín  antiguo y roído que siempre lleva puesto, hasta la colección de guitarras vintage que forma parte de los pequeños lujos que se permite. Todo en nuestros protagonistas huele a neftalina y a ausencia de vida cuando están separados.
         Adam vive en un Detroit abandonado, con casas vacías, carreteras oscuras, teatros convertidos en aparcamientos y fábricas abandonadas, mientras Eve, se pasea por las calles de un Tánger, que también se ha paralizado en el tiempo, como ellos mismos.

        Todo lo que vemos y oímos en la película, representa su historia. A penas hace faltan diálogos, para entender la precariedad, la rutina y la deprimente falta de vida de la que carecen. La estupenda banda sonora, obra de Jozef van Wissem y del grupo Sqürl, del que propio director forma parte, parece un diálogo más de un guión que se entreteje de guiñós hacía el propio mundo del director y de la vida de estos vampiros, que llevan demasiado tiempo arrastrándose por la tierra.
Y se sienten tan poderosos y vacíos al mismo tiempo, que el ser humanos a penas se ha convertido en mero zombie, como los califica Adam. E incluso Ian, su único conexión con el exterior, es sólo un mero inconveniente, tras su fallido encuentro con la alocada, infantil y extrovertida Ava.
         La cultura se convierte en las únicas prendas que necesitan llevar en sus maletas en cualquier viaje. Es más, podemos encontranos libros de todos los idiomas y géneros, hasta en la nevera, como si se alimentasen de las letras, de la música, de un pasado que a veces parecen seguir viviendo como parte del presente.
En este aspecto, el personaje interpretado por John Hurt, coetáneo de Shakespeare y que nos dejan caer que es realmente el autor de parte de las obras del maestro de Hamlet, representa el futuro próximo que les espera.
          Ese mundo aislado y oscuro en el que se resguardan, también lo podemos contemplar en su manera de vestir, enfundados en sus gafas de sol, con guantes de cuero y largas melenas, que no solo les aparta del mundo, sino que les convierte en los fantasmas que de algún modo son.
          Y después de todo esto, después de tanta tristeza y soledad,  el amor aparece como única puerta abierta, para salvar a Adam de una depresión que le enfrenta con una bala de madera. Siempre queda la fuerza de los amantes para hacer frente a un mundo que se queda sin sangre de calidad, que abre nuevos caminos ya recorridos, como una pequeña esperanza que decimos en voz muy baja para que nadie piense en finales felices.
         Una pequeña joya para nuestra vista y, aunque no me atrevería a definirla como una buena película de vampiros, sí es imprescindible para entender de alguna manera, la soledad del vampiro milenario, que muchas veces se pierde en conceptos demasiados repetitivos hoy en día en este género.
         Pincha aquí para ver uno de los mejores trailers que se han podido montar de esta película.
(Foto: Vértigo)