sábado, 14 de julio de 2012

Drácula (1931) Versión española

Ficha técnica:

-Título original: Dracula.
-Año: 1931.
-Duración: 102 minutos.
-País: Estados Unidos.
-Dirección: George Melford.
-Guión: Garrett Fort.
-Fotografía: George Robinson.
-Reparto: Carlos Villarías, Lupita Tovar, Barry Norton, Pblo Álvarez Rubio, Eduardo Arozamena, Carmen Gurrero, José Soriano Viosca, Manuel Arbó, Amelia Senisterra.
-Productora: Universal Pictures.
-Sinopsis: El agente inmobiliario Reinfield, viaja a Transilvania para arrendar una abadía para el conde Drácula. Sin embargo, este lo convierte en su esclavo y viaja con él a Londres en una galena, donde termina con toda la tripulación. Reinfield se vuelve loco y es internado en un sanatorio regido por el doctor Seward. Su hija Eva y la amiga de ésta, Lucía, se convertirán en víctimas del conde. El doctor Van Helsing entrará en juego con la intención de salvar a Eva.

Protagonistas:


Crítica:

               Durante los primeros años del sonoro, los estudios americanos iniciaron un política de versiones de películas americanas, rodadas por y para el público extranjero. Mientras por el día se rodaba la versión americana, la extranjera se hacía de noche, siguiendo el guión americano, en los mismos escenarios, pero con actores, fotógrafos y directores extranjeros.
Muchos profesionales españoles, embarcaron rumbo a Hollywood, con la esperanza de conseguir un éxito que no encontraban en una Europa invadida y sin salida laboral (para conseguir más información, es interesante ver el documental: Hollywood Talkies)
Sombras de Gloria (1930), fue la primera de estas versiones españolas, a la que le siguieron muchas más, comandadas por los grandes estudios, como la Metro y la Fox. La Paramount, por ejemplo, llegó a realizar versiones  hasta en 14 lenguas diferentes, en sus estudios de Hollywood, Nueva York, Londres y París.
                La versión española de Drácula, empezó a rodarse el 23 de abril de 1930. Paul Kohner, se encargó de la producción. En parte porque estaba enamorado de la protagonita mexicana, Lupita Tovar (con la que se casó 3 años más tarde), en parte porque era el jefe del departamento para el extranjero de la Universal.
De la dirección se ocupó el veterano neoyorquino George Melford, conocido por dirigir a Rodolfo Valentino en The Sheik (1921). Aunque no entendía nada de lo que decían, consiguió dirigir varias de estas producciones americanas para el público español. Aunque resulta un tanto "chirriante", la mezcla de acentos en un mismo film.
Con él trabajó en varias ocasiones Baltasar Fernández Cué, corresponsal del diario "El Sol" y encargado de la adaptación de las versiones españolas de la Universal.
Además de ésa, ya había trabajado con el director en unas cuantas películas más, además de La voluntad del mueto (1930), otra adaptación española de una película de terror.
             Rodaban de noche y este ambiente, hizo que varias escenas ganasen en espectacularidad y escenarios siniestros. La libertad que le otorgó el director al resto del equipo, añadió un ritmo que nunca tuvo la versión original. Destaca la interpretación de Carlos Villarlas en el papel del conde Drácula, que nada tiene que envidiar a la de Bela Lugosi. De hecho, parece que fue el único que tuvo acceso al rodaje americano, con la intención de tomar notas de su homónimo diurno.
Otro de los actores que destacan y que incluso se ha catalogado su interpretación como mejor que la versión americana, es la de Pablo Álvarez Rubio, en el papel de Reinfield. Su histrionismo en el personaje de un loco comedor de bichos, parece más creible que el del rodaje precedente.
             La versión americana, no llegó a verse en España hasta aproximadamente, unos 60 años más tarde. En 2004, se editó en DVD, junto con la española, que acompañaba a los extras del disco.
             En 1934, por orden del Ministerio del Interior, cesaron las dobles versiones de estas películas, y empezaron a hacese los doblajes de las películas extranjeras desde España, por lo que el futuro de muchos inmigrantes, se volvió a ver truncado tan pronto, como empezó el sueño americano.


Diferencias entre ambas versiones:

-Las presiones por parte de los productores para eliminar elementos eróticos, hicieron que el metraje de la americana fuera menor. Cuando el vampiro iba a morder a su víctima, habían fundidos en negro, que muchas veces creaban confusión, como cuando Mina intenta morder a John.
Sin embargo, muchas veces este control sensual, no se consigue. Por ejemplo, cuando Reinfield es transformado en esclavo, en la americana es el propio Drácula el que le muerde, mientras en la española, le atacan las vampiresas.

-Siguiendo con el tema erótico, hay que especificar, que los productores no fueron tan escrupulosos con el vestuario femenino de las actrices en la vesión española, donde abundaban más transparencias, e inluso algún que otro camisón negro.

-Aunque el desarrollo técnico de la española es mejor, la primera parte de la película americana, está mejor desarrollada. Planos cortos que explican mejor ciertos detalles (como el primer plano del crucifijo que le regala la gitana en la versión americana y que no se vé en la española) y ciertas secuencias mucho más elaboradas (contaban con más presupuesto, claro). Como la tormenta en el barco  que les lleva a Londres; la goleta Vesta en la americana y Elsie en la española.

-Y si hablamos de presupuesto, una se pregunta por qué los efectos de cuando el vampiro sale del ataúd, parecen mejores en la española que la americana. La niebla y las luces que iluminan el rostro del vampiro, resultan más inquietantes en la española.

-Incluso esto se puede apreciar, en la cena que Drácula le ofrece a Reinfield a su llegada. Mientras en la americana sólo hay vino, en la mesa de la española, hay un suculento manjar de pollo y un gran pan con el que Reinfield sangra, al intentar cortarlo con un cuchillo. La herida incluso de uno y de otro no tienen nada que ver. El Reinfield americano se hace un pequeño corte con una hoja, mientras el español, se corta de manera más profunda. Dicen que el mismo actor se la hizo de verdad, para crear mayor efecto.

-Y hablando del actor que encarna a Reinfield. Después de visionar las dos, se puede afimar que es mejor la interpretación del español. Al principio de la película resulta un tanto cómico, cuando su rostro se alterna entre lo sorprendido, lo asustado y lo relajado, más propio del cine mudo que del sonoro (la escena de la cena, donde las puertas se abren y se asusta, pero un segundo después, conversa relajadamente con Drácula).
El momento del cambio; cuando enloquece, su exagerada interpetación lo hace mejor candidato para el papel (cuando lo descubren solo en el barco, los marineros en la americana hablan de los ojos de loco que tiene, mientas en la española no hace falta. Su interpretación lo dice todo)

-La escena del asesinato de la violetera, no aparece en la española.

-La muerte de Lucy se vuelve un tanto confusa en la america. La española incluso señala la marca de las incisiones que hay en el cuello del cadáver.

-El ritmo en este punto se va mermando en la americana. Planos que cortan el ritmo de la acción, mientras en la española, nos yuda a seguir con mayor coherencia la historia.

-Destacaría también las intervenciones del celador del sanatorio. Sin lugar a dudas, mucho más gracioso el español, incluso en las escenas donde utilizan el mismo diálogo.

-Otra de esas escenas en que nos perdemos, es cuando Mina es atacada por Drácula. Reinfield y una sirvienta se quedan solos en la sala. Ella se desmaya y en ambos casos, nuestro hombre se acerca a ella arrastrándose, como si tuviera oscuras intenciones. En la americana se corta el plano, sin saber muy bien qué ha pasado, mientras que en la española, se ve que es una mosca que deambula alrededor de la mujer, lo que atrae su atención.

-Otra escena que se entiende mejor en la española, es aquella en la que Van Helsing y John/Juan Harker salen del cementerio después de "rematar" a Lucy/Lucía. En la española queda claro lo que han hecho, mientras en la americana, no se menciona nada.

-Villarías realiza de manera aceptable su papel de Conde Drácula y sin embargo, el porte de Lugosi, su acento y esa mirada hipnónica, superan todas las demás comparaciones.

Pincha aquí para ver más sobre el Dracula de Tod Browning (1931)

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