martes, 4 de octubre de 2011

Película. Thirst.

Ficha técnica:

-Título original: Bakjwi (Thirst)
-Año: 2009.
-Duración: 133 minutos.
-País: Corea del sur.
-Director: Park Chan-wook.
-Guión: Park Chan-wook y Seo-Gyeong Jeong.
-Música: Cho Young-ook.
-Fotografía: Chung Chung-hoon.
-Reparto: Song Kang-ho, Kim Ok-bin, Shin Ha-kyun, Kim Hae-sook, Park In-hwan, Oh Dal-su, Song Young-chang, Mercedes Cabral, Eriq Ebouaney.
-Productora: CJ Entertainment.
-Sinopsis: Un sacerdote llamado Sang-hyun, que vive para cuidar a los demás, se somete a un experimento en África, con el fin de buscar una cura a una extraña enfermedad. Sin embargo, será el único que se salva milagrosamente. A su vuelta, tanto su cuerpo como sus hábitos alimenticios empiezan a cambiar, convirtiéndose en un vampiro. Paralelamente a este descubrimiento, empezará a sentirse atraído por la esposa de un viejo amigo de la infancia, que se encuentra recluida en una vida que la ahoga. Juntos, emprenderán un viaje oscuro marcado por la sangre, la violencia, la degradación y el miedo, que los llevará al límite.

Protagonistas:

 Crítica:

Antes de leer esta crítica, recomiendo ver al película, no sólo porque es magnífica para los amantes del cine en general y de los vampiros en particular, sino porque el comentario que sigue, está plagada de spoiler.
                El cine de Chan-wook Park no deja indiferente a nadie. Después de su trilogía sobre la venganza, nos asombra con una historia sobre vampiros poco convencionales. El director intentó dar incluso, una explicación científica a la existencia de los vampiros.
                La obra se podría dividir en dos partes. La primera, la transformación de Sang-hyun, un sacerdote entregado a los demás, angustiado por la muerte y la desesperación de no poder hacer nada por ayudar a los enfermos que atiende, en un vampiro que debe alimentase de sangre para sobrevivir. La segunda parte, se basaría en la novela de Émile Zola: Thérèse Raquin, llevando los sentimientos que describe este escritor naturalista, al límite.
                  Tal vez la elección del director en convertir a nuestro protagonista en sacerdote, sólo nos lleva a remarcar, esa doble moral a la que tiene que enfrentarse en su conversión como vampiro y en la que deberá elegir entre proteger la vida de los seres que siempre intentó salvar o acabar con ellos para poder sobre existir. También por el contraste que se produce entre la desesperación, la culpa y el miedo, frente a la aceptación y la liberación de Tae-ju, una mujer atada a un matrimonio que no desea y a una vida que la aprisiona y de la que le parece que sólo puede escapar, corriendo por las calles descalza.
                El deseo y la lujuria, invaden a nuestros protagonistas en maravillosos y estrambóticos planos, donde la pasión y el sexo, los unen inevitablemente en un destino que literalmente, parece ahogarlos, por mucho que ella intente escapar y él se engañe a sí mismo creyendo que hay un futuro para los dos.
                Las bellas imágenes y las escenas, son maravillosamente mostradas, reflejando diálogos completos que apenas necesitan palabras, como la escena en la que Sang-hyun, levanta a Tae- ju para calzarle sus zapatos, en uno de sus carreras nocturnas y que tendrá una preciosa continuación más adelante.
                Los planos estudiados y la fotografía de escenas como la casa pintada totalmente de blanco con luces fluorescente para aparentar luz de día, resaltan con más intensidad, las manchas rojas de sangre de sus víctimas, que desvela al mismo tiempo, el límite de su raciocinio.
                Destacaría igualmente, la mezcla de humor con miedo, y la angustia de ciertas escenas; macabro sentido del humor, como la aparición del marido muerto mientras hacen el amor y que captan perfectamente la culpa de ambos. O el final, cuando ella intenta escapar como puede de su inevitable destino, forzado con la desesperación de Sang-hyun.
                Aunque los personajes segundarios son importante, nada destaca más que la imagen de los dos protagonistas, sobre todo la de la actriz Kim Ok-bin, que deslumbra en la segunda parte de la película, con la interpretación de una mujer que ve el convertirse en vampiro, el culmen de una vida vacía.

                Lo peor del metraje, la duración. A veces la historia se hace demasiado larga y se pierde en episodios secundarios que sólo producen cansancio en ciertas ocasiones y que aburren al espectador. Estirar una película de esa manera sin una buena razón, sólo te hace desear con mayor ferocidad que termine.
                Por supuesto, la crítica hacia esta película es dispar. Desde los que opinan que es la mejor película de vampiros que han visto en mucho tiempo, a los que piensas que es lo peor que ha hecho el director. Como hay gustos para todos, recomiendo que cada uno la juzgue como desee. Si esperan encontrarse con un Crepúsculo o un Underworld, se equivocan de película. No es entretenida ni mucho menos fácil de entender  y me parece una de las historias de vampiros más hermosas que he visto. Del ranking de las películas de vampiros de los últimos tiempos, le pondría una de las notas más altas.
                Entre los premios que la destacan, está El Cuervo de Plata, de la 28ª Edición del Festival Internacional de Cine Fantástico de Bruselas (BIFFF), El premio especial del Jurado del Festival de Cannes en el 2009, mejor actriz para Kim Ok-bin , en el 42º Festival Internacional de Cinema de Catalunya-Sitges, 2009.
La revista Time, la declaró, una de las mejores película de 2009.

 Trailer:
           Pincha aquí para ver el trailer.


1 comentario:

  1. Bastante bizarra esta peli, pero tiene su cierta gracia, no sabes si es una peli de vampiros o una porno koreana

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